ebeto le debe tal apodo a su cara de niño. José Roberto Gama e Oliveira fue un menudo delantero que jugó en años 90, destacando por su punta de velocidad y una gran habilidad para el regate. Muchos atribuyen esa virtud a sus pequeños pies, pues calzaba un 37. Ofreció
Tras no clasificar a la selección española para la Eurocopa de 1992, la Federación cesó primero a Luis Suárez y más tarde a Vicente Miera, apostando por un perfil diametralmente opuesto de entrenador, Javier Clemente. Se terminó la tranquilidad en el banquillo de “La Roja” (en aquella época “La Furia”)
l 28 de junio de 1994 Oleg Salenko entró de cabeza en la historia de la Copa del Mundo. Aquel día el ariete ruso anotó 5 de los 6 goles que el combinado ruso le endosó a Camerún en el Stanford Stadium de San Francisco. “El Buitre Ruso” y Hristo
ocos pondrán en duda que “Gica” Hagi es el mejor futbolista rumano de la historia. Bautizado como “El Maradona de los Cárpatos”, fue uno de los grandes responsables de que la selección dacia cuajase su mejor actuación mundialista llegando hasta los cuartos de final en 1994. Un jugador muy completo,
orma junto a George Weah y Samuel Eto’o el triunvirato de mejores delanteros africanos de todos los tiempos. Roger Milla a sus 38 años y con sendos dobletes a Rumanía en la fase de grupos y a Colombia en octavos de final, se convirtió en el jugador más veterano en
i quiso centrar y el balón se envenenó o era un tiro a puerta con toda la intención del mundo, solo lo sabe él. Sea como fuere la jugada se tradujo en uno de los goles más recordados en la historia de la selección española. Tras el empate en la
l 7 de julio de 1994 la España de Clemente, la del trabajo y la solvencia defensiva antes que el buen juego, se enfrentaba a Italia. La selección en aquella época tenía algunos jugadores con cierta calidad técnica, pero estaba años luz de lo que vivimos en nuestra etapa más
ste partido cambió la historia del fútbol colombiano e invitó a pensar que la mejor generación de futbolistas cafeteros podía aspirar a cotas muy altas en el Mundial. La selección colombiana saltó al Antonio Vespucio Liberti, conocido como El Monumental, antes que la albiceleste ¿El motivo? Tenían hambre de fútbol.
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