Cuando hablamos de fútbol, lo primero que se nos viene a la cabeza son esos regates endiablados, esos controles imposibles y esos gestos que rezuman plasticidad, pero no, el fútbol no es solo eso. La técnica es un atributo fundamental, pero no el único de este deporte.
Las estrellas, esos virtuosos del balón, copan las portadas de los diarios y reciben alabanzas de los medios por sus genialidades pero… ¿Qué sería de ellos sin esos “obreros” incansables que corren sin parar durante todo el partido? ¿O sin esos “perros de presa” que siguen al pie de la letra las directrices de sus entrenadores?

Chendo, un ejemplo de trabajo, brega y despliegue físico (Fuente: madridistareal.com)
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