Hoy vamos a ver la historia de un milagro, que tiene un par de santos que hicieron posible la gesta.
Evidentemente el éxito de un equipo no puede ser cosa solo de dos, pero para mí, estos fueron los grandes artífices de dicho milagro.
Uno de ellos fue un entrenador de principios, innovador para su época y culpable máximo de la llegada del otro.
El otro, un jugador modesto, de esos que parece que se retirarán del fútbol sin pena ni gloria, sin dejar huella o sin hacer ruido. Nada más lejos de la realidad. Tuvo una carrera larga, pero con un éxito tan glorioso como efímero.

El Atleti conquistó el «Doblete» en 1996 (Fuente: www.lavidaenrojiblanco.com)
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