Pasó su infancia en el humilde barrio (por no decir suburbio) de Benito Ribeiro, donde su madre, pluriempleada en una pizzería y un supermercado luchaba por sacar adelante sus tres hijos.
En ese mismo barrio dio sus primeras patadas a un balón y pronto llamó la atención de los ojeadores del laureado Flamengo. Su incorporación a dicho club se vio finalmente frustrada por la falta de medios para desplazarse hasta las instalaciones para ir a entrenar. Gracias al apoyo económico de algunos familiares, ingreso en el modesto Sao Cristovao.
Según cuentan, su descubridor y gran valedor en sus inicios fue Jairzinho, el que fuera compañero de «O Rei» Pelé en la «verdeamarela» y estrella futbolística en otra época que regentaba una escuela de fútbol.

Ronaldo Nazario durante su etapa en el Cruzeiro (Fuente: www.sinfoniadegol.cl)
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