Desde que el mundo es mundo y el fútbol es fútbol siempre ha habido gente
intentado lucrarse con el fútbol.
Y aunque son menos comunes, también hay quien hace justo lo contrario, poner su fortuna al servicio del fútbol.
No nos engañemos, no me refiero a mecenas que altruistamente por amor a este deporte invierten su fortuna a fondo perdido, normalmente hay algo más detrás.
En su mayoría gente excéntrica que ama el fútbol y que trata de conseguir otras metas a través de él.

Al-Saadi el Gadafi, el hijo futbolista de Gadafi (Fuente: www.diariodesevilla.es)