Gaspar Rubio comenzó a darle patadas al balón cuando apenas era un niño y trabajaba en una fábrica de cava. Debutó en el Gràcia FC en 1926 y un año después regresó a su tierra para vestir la camiseta del
Levante UD, club en el que jugó en tres etapas.
Sus portentosas actuaciones hicieron que los grandes clubes se fijasen en él y con apenas 20 años fichó por el Real Madrid, que desembolsó 4.000 pesetas de la época para convertirle en uno de los pilares del equipo para competir en la recién estrenada Liga Española.
Destacó tanto por su exquisita calidad, habilidad para el regate, golpeo con ambas piernas y olfato de gol, como por su altanería y prepotencia tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. Para muestra la forma en la que se describió a sí mismo a su llegada a Madrid: “¿Usted ha visto jugar a Samitier? Pues una cosa así, pero en mejor”.

Gaspar Rubio durante su etapa en el Real Madrid (Fuente: www.lagalerna.com)