Juan Carlos Arteche fue santo y seña de la zaga rojiblanca durante más de una década.
Su imagen imborrable se asocia a la de esos defensas de otra época.
En su caso, cumplía el canon a rajatabla, bruto, muy bruto y con bigote.
Nacido en Maliaño en 1957, no tardó en recalar en el club por excelencia de Cantabria, el Racing.

Juan Carlos Arteche y Andoni Goikoetxea. En esta foto hay más leña que en un bosque (Fuente: www.eldesmarque.com)
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