David Ginola fue un talentosísimo futbolista galo de la década de los 80 y 90.
Tampoco exagero si digo que se trata de uno de los mejores jugadores de historia de Francia.
Era un jugador muy elegante, con gran conducción de balón, habilidoso en el regate y buen golpeo con ambas piernas. Su atractivo físico era el componente perfecto para convertirle en lo más parecido a una estrella del rock.
Este cóctel de buenas condiciones auspiciaban un prometedor futuro, pero todo se truncó en una jugada que marcó su carrera para siempre.

Un gol de Kostadinov en el último suspiro dejó a Francia sin participar en la Copa del Mundo de 1994 (Fuente: www.elespanol.com)
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