Cualquiera que haya tenido la suerte de ejercer la profesión de futbolista, sabe que por muy prolífica o exitosa que sea su carrera se trata de un oficio efímero.
Hasta hace unos años y, a pesar de ser un trabajo muy bien pagado, cualquier futbolista sabía que rondando los 40 debía buscar otro oficio. Los mejor parados solían ganarse la vida vinculados al fútbol como presidentes, entrenadores, directivos… etc. Pero no todos tenían esa suerte.
Archiconocido es el caso de Juan José “Sandokán” que, tras 13 temporadas en la élite, entre Cádiz y Real Madrid, llegando a ser internacional con la selección española incluida, acabó “currando” en el astillero de su barriada natal.

Gómez de Lecube con la camiseta del Atlético de Madrid entre 1928 y 1930 (Fuente: www.elmundo.es)