Gómez de Lecube, de futbolista a espía nazi

Cualquiera que haya tenido la suerte de ejercer la profesión de futbolista, sabe que por muy prolífica o exitosa que sea su carrera se trata de un oficio efímero.

Hasta hace unos años y, a pesar de ser un trabajo muy bien pagado, cualquier futbolista sabía que rondando los 40 debía buscar otro oficio. Los mejor parados solían ganarse la vida vinculados al fútbol como presidentes, entrenadores, directivos… etc. Pero no todos tenían esa suerte.

Archiconocido es el caso de Juan José “Sandokán” que, tras 13 temporadas en la élite, entre Cádiz y Real Madrid, llegando a ser internacional con la selección española incluida, acabó “currando” en el astillero de su barriada natal.

Gómez de Lecube con la camiseta del Atlético de Madrid entre 1928 y 1930 - Odio Eterno Al Fútbol Moderno

Gómez de Lecube con la camiseta del Atlético de Madrid entre 1928 y 1930 (Fuente: www.elmundo.es)


Precariedad laboral

Un caso especialmente curioso de “curro” para ex futbolista es el Juan Emilio Gómez de Lecube.

Aunque nació en Ribadeo en 1902, suele atribuírsele un supuesto origen vasco. Y lo cierto es que su padre era de Sestao.

Era un extremo rápido de los de antes, comparado posteriormente con Gento, aunque en las antípodas del cántabro si de calidad hablamos.

Solía cubrir su cabeza con un pañuelo, lo que siempre se interpretó como una forma de disimular su incipiente alopecia precoz.

Comenzó su carrera en la Real Sociedad, de allí saltó al Torrelavega donde disputó un par de temporadas (1925-1927).

Juan Gómez de Lecube en su madurez - Odio Eterno Al Fútbol Moderno

Juan Gómez de Lecube en su madurez (Fuente: www.abc.es)


Fue entonces cuando llamó la atención del Celta de Vigo que se hizo con sus servicios.

Esa temporada se seguían jugando los torneos regionales, la Copa puesto que la Liga no se crearía hasta 1929.

Tras un año como celtiña firmó por el Atlético de Madrid, con los que jugaría la primera Liga  de la historia y la siguiente temporada.

Su carácter difícil le hace salir del Atlético y poner rumbo a Barcelona, aunque extrañamente nunca llega a debutar con los culés.

Hecho que suele atribuirse a su carácter difícil y díscolo, lo que si se sabe es el FC. Barcelona le dejó marchar.

Su carrera como jugador acaba con dos partidos amistosos vistiendo la camiseta del Valencia, frente a Atlético de Madrid y Castellón.

Gómez de Lecube con la camiseta del Atlético de Madrid en 1929 - Odio Eterno Al Fútbol Moderno

Gómez de Lecube con la camiseta del Atlético de Madrid en 1929 (Fuente: www.larazon.es)


De extremo a extremista

Aquí llegamos a lo peculiar de esta historia, Lecube se declaró desde hacía años admirador de Hitler y era un nazionalsocialista convencido.

Al comenzar la Guerra Civil se sabe que combatió, entendemos que gustosamente, en el bando nacional o insurrecto.

Tras la guerra sus convicciones ideológicas le brindan una nueva oportunidad laboral.

En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial es reclutado por el ABWEHR (Amt Auslandsnachrichten und Abwehr).

Desde entonces forma parte del servicio de Información en el extranjero de la Alemania Nazi. Un espía en toda regla.

De sus misiones no se tiene mucha constancia hasta 1942, cuando es interceptado por el Mi6 en Trinidad cuando se dirigía a Panamá.

Su misión consistía en informar del movimiento de tropas aliadas a través del canal.

Tras su detención es enviado el campo de internamiento 020 de West Ham.

A pesar de su negativa constante a aceptar los cargos que se le imputan, incluso bajo tortura, los británicos poseían la máquina enigma y habían descifrado decenas de mensajes suyos.

Estoy siento tratado de manera cruel, inhumana y salvaje y sufro vejaciones e insultos - Gómez de Lecube

 

 

Sin que consiguiesen arrancarle una confesión envió varias cartas al embajador español, al gobierno británico e incluso al Rey Jorge VI.

El extremo "colchonero" Gómez de Lecube durante un partido portando su inseparable pañuelo - Odio Eterno Al Fútbol Moderno

El extremo «colchonero» Gómez de Lecube durante un partido portando su inseparable pañuelo (Fuente: www.elmundo.es)


Otra salida laboral

Finalizado el conflicto el gobierno de Franco consiguió su extradición, junto a la de otros españoles retenidos por las potencias aliadas.

A su vuelta a España comenzó su carrera de entrenador y a pesar de no haber cambiado un ápice sus convicciones políticas, no volvería a hablar de aquel incidente ni a sus más allegados.

Como entrenador fue de los primeros que dio una gran importancia a la táctica, entrenado los movimientos e incluso el intercambio de posiciones durante el partido.

Tras entrenar a media docena de clubes catalanes de 2ª y 3ª La muerte le encontraría en Barcelona en 1966.

Gómez de Lecube (tercero por la izquierda) en el banquillo del Camp d'Esports de Lleida - Odio Eterno Al Fútbol Moderno

Gómez de Lecube (tercero por la izquierda) en el banquillo del Camp d’Esports de Lleida (Fuente: www.ara.cat)

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