Domingo 16 de julio. Maracaná abarrotado se engalana para recibir a los que ya consideran campeones del mundo. Brasil se toma el partido frente a Uruguay como un mero trámite.
Si algo sacó a relucir el archiconocido Maracanazo es la certeza de un famoso refrán: nunca vendas la piel del oso antes de cazarlo. El gatillazo brasileño a la hora de cazar al “oso uruguayo” será recordado hasta el fin de los días.
Toda contienda tiene dos vertientes, la alabanza al vencedor y la tragedia del perdedor. Este encuentro trascendió lo futbolístico y provocó una profunda depresión en la sociedad brasileña.

Ghiggia marcó el segundo gol para Uruguay en el Maracanazo (Fuente: as.com)