Ignorados y menospreciados por algunos. Vistos únicamente como clientes que consumen por otros. Se equivocan. Los aficionados son pieza fundamental del fútbol.
Pero no para lo que pretenden los que solo ven negocio en este deporte. Sin ellos, sin esa pasión este deporte simple y llanamente no habría traspasado fronteras. Su trascendencia sería muy residual e incluso podría desaparecer.
La salsa del fútbol es el gol, pero los aficionados son las arterias que irrigan a los que viven del balón. En definitiva, sin aficionados no hay fútbol.
Fundado el 1 de mayo de 1906 Club Atlético Chacarita Juniors es un equipo humilde que, como casi todos en Argentina arrastra una gran masa de apasionados hinchas.
Sus aficionados vieron marcar a Renato Cesarini un buen puñado de goles en esa zona cercana al final que lleva su apellido. No obstante, es el mayor goleador histórico de Chacarita Juniors.
El único título que el club ha logrado en su centenaria historia fue el Torneo Metropolitano de 1969, pero eso no resta un ápice de pasión a sus hinchas, que lo siguen fielmente allá donde juegue.
A Chacarita Juniors se le conoce como el “Tricolor” por los tres colores (rojo, blanco y negro) que luce su camiseta, pero también como el “Funebrero”.
Este apodo se debe a que la primera sede el club se encontraba muy próxima al cementerio del barrio, del que eran empleados muchos de los socios del equipo.
El día del hincha en Chacarita Juniors
Desde 1994 el 26 de marzo es el día del aficionado en Chacarita Juniors. Solo gracias a ellos el Tricolor pudo jugar en uno de los días más importantes de su historia.
Se enfrentaban en la undécima jornada del Torneo Clausura de la Primera B Metropolitana (tercera categoría el fútbol argentino) Chacarita Juniors y Club Almagro (también conocido como “Tricolor”).
Aquel día se veían las caras en Villa Maipú dos equipos vestidos por la misma marca deportiva, Penalty. Para celebrar tal hecho la firma creo una Copa que se quedaría el vencedor del encuentro.
A la hora de salir por el túnel de vestuarios, tanto Club Almagro como Chacarita Juniors vestían una camiseta blanca que hacía imposible diferenciar a ambos equipos y, para colmo ninguno tenía a mano una equipación alternativa. El partido no se podía jugar.
Un aficionado del equipo local puso fin a la encrucijada con su ocurrencia. Por megafonía pidieron prestadas las camisetas Tricolor a los centenares de seguidores que poblaban las gradas.
La comprometida hinchada comenzó una lluvia de camisetas, que los operarios del club se afanaron en recoger en busca de zamarras con dorsales del 2 al 16 para sus jugadores.
Eran de distintas épocas, con diferentes sponsors luciendo en el pecho y, sus telas desprendían los más diversos olores. Todo daba igual. Habían hecho lo necesario para ayudar a su equipo.
El encuentro arrancó con 22 minutos de retraso y finalizó con victoria de Chacarita Juniors 3-2, que se llevó la Copa del patrocinador y dio un importante paso para lograr el ascenso aquella temporada.
Curiosamente, Checchia, el capitán de Chacarita Juniors, recogió la Copa de manos del delegado de Penalty vistiendo una camiseta de la marca Taiyo.
Desde aquel encuentro quedó instaurado el día del hincha de Chacarita Juniors para recordar la jornada en la que el equipo pudo disputar un encuentro gracias a la generosidad de sus aficionados.
