La albiceleste acudió a la Copa del Mundo de 1990 como vigente campeona y siendo una de las grandes favoritas para alzar el trofeo, al contar entre sus filas con el mejor jugador del mundo, Diego Armando Maradona, que deslumbró cuatro años antes realizando un torneo memorable.
La camiseta de Argentina para el Mundial de 1990 iba a ser toda una revolución, abandonando sus tradicionales franjas verticales para representar la bandera del país en azul celeste con una franja blanca y un sol en medio.
Tras 9 años con la marca deportiva Le Coq Sportif, para este torneo la albiceleste firmó un nuevo contrato con la firma alemana Adidas, que preparó este diseño especial para la cita italiana.
Todos parecían encantados con la nueva camiseta menos una persona, el entrenador Carlos Salvador Bilardo, que fiel a sus cábalas prefería continuar con el modelo que lucieron en 1986.
No lograron convencerle y la albiceleste continuó con el diseño tradicional, quedando esta original zamarra como una cotizada pieza de coleccionista. Los jugadores la llegaron a lucir en un partido benéfico previo a la Copa del Mundo de 1994.