Normalmente se colocaba como portero al menos dotado para las artes futbolísticas y con esta regla se pretendía que el rival no aprovechase tal situación.
Tenemos grandes ejemplos de porteros goleadores en Rogério Ceni o José Luis Chilavert… Como olvidar el cabezazo de Palop ante el Shakhtar Donetsk.
Como es lógico no es frecuente ver a un guardameta marcar un gol si no es a balón parado.
Esos “locos” que se visten diferente al resto de sus compañeros, a veces, también quieren ser protagonistas y marcar el gol en lugar de evitarlo.
Eso debió pensar Juan Carlos Martín. Ni corto ni perezoso aprovechó un balón suelto para sacarse un zapatazo desde 65 metros que se coló por la escuadra de su colega del Sporting de Gijón.
Soberbio el gol del portero de Lugo. Qué mejor forma de celebrar su cumpleaños.