Ellos mismos elegían los métodos de trabajo, los horarios de entrenamiento y el dinero que percibiría cada uno de forma equitativa. Fue la Democracia Corinthiana.
Un sistema que desprendía justicia y equidad. Una persona un voto. Todos los empleados del club participaban.
Corinthians nació el 1 de septiembre de 1910 por iniciativa de cinco aficionados al fútbol. Decidieron ponerle dicho nombre en homenaje a un club inglés que había realizado una exitosa gira por Brasil.
Miguel Battaglia fue su primer presidente y en su discurso inicial marcaría para siempre el carácter de este club paulista:
El 31 de marzo de 1964 hubo un golpe de Estado en Brasil. Derrocaron al presidente Joao Goulart y el militar Humberto de Alencar Castelo Branco tomó las riendas del país. Comenzaba una dictadura que se extendería durante 21 años.
Contra la opresión
A comienzos de los ’80 el régimen entró en clara decadencia. El pueblo tenía ganas de reinstaurar la democracia.
Tal era la presión popular que los militares se vieron obligados a convocar elecciones en el Estado de Sao Paulo el 15 de noviembre de 1982.
Las torturas y ejecuciones estaban a la orden del día. Por otra parte, los deportistas eran esclavos de los deseos de los dirigentes de las instituciones deportivas.
Necesitaban un cambio e iban a luchar con sus armas. La palabra. Para cambiar la situación.
Entra en escena un virtuoso del balón con nombre de filósofo y licenciado en medicina. Romántico. Luchador. Revolucionario. Sócrates.
Convenció a sus compañeros para lucir en la camiseta el mensaje: “Dia 15 Vote”. Un acto de valentía en pro de la libertad.
Sócrates estaba negociando para marcharse a jugar a Italia. Llegó a prometer ante dos millones de personas que permanecería en el país si se recuperaban las libertades pérdidas.
No se logró la mayoría (era una votación interna en el propio Congreso) y Sócartes se marchó a jugar a la Fiorentina en 1984, pero la dictadura estaba herida de muerte.
Este movimiento comenzó en un equipo de fútbol, pero tenía un fin mayor. Remover la conciencia social del pueblo brasileño y devolver la democracia al país.
Autogestión como modelo
Adilson Monteiro, un sociólogo sin conocimientos sobre fútbol tomó la presidencia de un club sumergido en una grave crisis deportiva e institucional. Una potencia futbolística que en 25 años apenas había conquistado dos títulos.
Junto a él Sócrates, Casagrande y Wladimir, implantaron un sistema asambleario dentro del vestuario. El diálogo era su nueva bandera.
Todo se sometía a votación en la Democracia Corinthiana. Concentraciones. Fichajes. Patrocinadores y derechos televisivos.. Los precios en taquilla. Los menús de la cafetería. Hasta las paradas del autobús para ir al baño.
Algunas voces se alzaron presagiando el fracaso de los que calificaban como barbudos comunistas. Sucedió todo lo contrario.
En los dos años que duró. Corinthians exhibió un gran juego y logró dos Campeonatos Paulistas consecutivos (1982 y 1983). En aquella época más importante incluso que la Liga brasileña.
La autogestión del vestuario se vio reflejada muy positivamente sobre el césped y rápido esta manera de hacer las cosas caló hondo en la grada.
Ejemplo a seguir
Por todos es sabido las pasiones que desata este deporte entre el pueblo brasilero. Existía una fuerte censura en los medios por lo que el mensaje de la Democracia Corinthiana posiblemente no hubiese calado por otros cauces, pero ¿Quién iba a censurar el fútbol en Brasil?
En 1983 tras la conquista del Campeonato Paulista Sócrates dijo:
Cosas del destino. 28 años después se cumplió el deseo de “El Doctor”. Falleció el 4 de diciembre de 2011, el mismo día que el equipo de sus amores alzaba su quinto Brasileirao
Aquel día Corinthians jugaba en el Estadio Pacaembu contra su máximo rival, Palmeiras. Todos los asistentes alzaron el puño en homenaje a uno de los hombres que más había luchado por su libertad.
¿Qué aprendizaje nos dejó la Democracia Corinthiana? Es posible educar a las personas a través del fútbol. No son solo jugadores corriendo detrás de un balón. Están en un contexto social, son partícipes de él y pueden hacer mucho por cambiar el mundo.
¿Cuál es el problema? Hoy en día hay poco futbolista comprometido con este tipo de causas y mucho menos desde la irrupción del modelo económico capitalista del fútbol moderno.
La utopía de la Democracia Corinthiana fue muy real. No sólo cambio el futbol brasileño para siempre. Guió al pueblo hacia su libertad.