Para muchos habrá pasado sin pena ni gloria por el Real Madrid, pero es innegable que tiene un palmarés envidiable para la mayoría de los mortales.
Además si analizamos su actuación en momentos clave para la consecución de dichos títulos nos deja unas cuantas estampas inolvidables.

Seguramente no alcanzó el nivel que podía haber dado. Será por aquello de su escala de prioridades. Ya sabéis «Gales, Golf, Madrid».
Mas allá de la chilena de Kiev o el gol en la prórroga de Lisboa, yo me quedo con este.
Corría el minuto 85 de la final de la Copa del Rey de 2014 con 1-1 en el marcador cuando «El Expreso de Cardiff» dejó este derroche de potencia y poderío físico.
Hay que reconocer que Marc Bartra pecó de tierno o tal vez de inexperto. Quizá otro gallo hubiese cantado si llega a enfrentarse en ese duelo a Carles Puyol por ejemplo.
El caso es que con más nubes que claros Bale pasó la mayor parte de su carrera en el Santiago Bernabéu, !pero qué claros!
Cuando quiso pudo dio un gran nivel, pero quiso poco, de ahí su fama ganada a pulso de indolente.