Cuando el salvadoreño cogía la pelota podían pasar cosas extraordinarias. Una de estas obras mágicas sucedió el 24 de abril de 1988 en el Estadio Luis Casanova (actual Mestalla).
Corría el minuto 31. Engancha el balón en el círculo central y allí comienza una carrera monumental en la que con tres precisos quiebros deja atrás a otros tantos defensores che.
Una vez en la frontal pica el balón ante la salida de Sempere. Excepcional el gol de Mágico al Valencia CF. La grada se puso en pie para ovacionar al mago.
Era el 0-1 momentáneo en un encuentro que finalizó con empate a un gol tras el tanto conseguido por Alcañiz en los minutos finales.