No hay futbolero que se tercie que no tenga en mente su pillería frente al charrúa Mazurkiewicz o aquel intento de marcar desde el medio campo. Y es que el brasileño hizo antes que nadie casi todo aquello con lo que han deslumbrado los grandes cracks en las décadas posteriores.
En el duelo de la fase de grupos entre Brasil e Inglaterra de la Copa del Mundo celebrada en México en 1970 Jairzinho colgó un balón aparentemente pasado, pero allí estaba «O Rei» en el segundo palo para suspenderse en el aire como si levitara y sacarse de la chistera un cabezazo terrorífico. O al menos eso pensaba él, que siempre dijo:
La denominada «parada del siglo» engrandeció aún más a Gordon Banks, posiblemente el mejor portero inglés de todos los tiempos.
Está claro que todo lo que rodeaba a Pelé alcanzaba una dimensión inimaginable, pero no creo que ni él mismo pensase que una de sus jugadas más famosas pudiera ser un gol que no marcó.