Incluso la intención de Saldanha de prescindir de él provocó un cisma en el fútbol brasileño que terminó con su destitución para contratar al talismán en la Copa del Mundo, Mario “Lobo” Zagallo.
Aquello que empezaba de forma turbulenta resultó dar como fruto uno de los mejores equipos de la historia, el Brasil de los “cinco dieces”.
Ganaron todos los partidos, se quedaron la Copa Jules Rimet en propiedad y, por encima de todo eso, deslumbraron con su juego.
“O Rei” marcó cuatro goles en aquel torneo, pero curiosamente sus acciones más destacadas en el torneo no terminaron con el balón en el fondo de las mallas.
¿Dos ¡uy! pueden valer un gol?
La primera de ellas no se hizo esperar. Fue en el debut de la “verdeamarela” en el torneo. El 3 de junio de 1970. Pelé marcó un auténtico golazo. Control y definición soberbias.
Antes de eso intentó algo nunca visto hasta el momento. Sin más miramientos ejecutó un disparo desde el medio campo que se marchó rozando el poste de Ivo Viktor.
Cuatro días después Gordon Banks respondió a un remate picado de cabeza del astro brasileño con la denominada parada del siglo.
Un de los momentos cumbre de aquel torneo y de la historia del fútbol se produjo el 17 de junio de 1970. Brasil y Uruguay buscaban un puesto en la gran final y el Estadio Jalisco asistió atónito al “no gol” más famoso de la historia.
Pelé vs Mazurkiewicz. Tostao filtra un pase interior para la carrera de “O Rei”, que sin tocar el balón deja al meta charrúa con el molde. Su remate final se marcha lamiendo el poste.
Puro talento en ambas jugadas que sumadas bien podrían valer un gol….