Lo más relevante de aquel partido fue el gesto del técnico Marcelo Bielsa. Corría el minuto 72 cuando Mateusz Klich adelantó a los locales con un jugador rival tendido en el suelo.
Ante lo que consideró una situación injusta el entrenador argentino ordenó a los suyos que se dejasen un gol para devolver las tablas al marcador. Estos aceptaron a regañadientes e incluso alguno trató de robar la pelota a los futbolistas del Aston Villa, pero finalmente Albert Adomah hizo el tanto del empate.
Este gesto le valió al “Loco” Bielsa y a toda la plantilla del Leeds United el Premio Fair Play de la FIFA. Recordemos que con aquel tanto “The Whites” quedaron descartados para el ascenso directo a la máxima categoría del fútbol inglés.
Dos décadas antes en una situación calcada el técnico francés Arsène Wenger pidió repetir un partido que había ganado su equipo porque habían marcado un gol en una acción antideportiva con un rival lesionado.