Durante aquella época plagada de de crisis institucionales y deportivas se convirtió en un equipo ascensor, de esos que suben y bajan sin parar.
La temporada 99-00 el Sevilla había regresado a primera tras dos años en la división de plata del fútbol español.
Con la permanencia como único objetivo, aquella temporada se convirtió en una de las peores en la historia de la entidad hispalense.
Esa dramática campaña daría pocas alegrías a los sevillistas, que únicamente fueron capaces de conseguir 5 victorias en toda la temporada.
Una de esas pocas alegrías fue la victoria ante su eterno rival, el Betis, por 3-0, aunque algunos dirán que la autentica alegría de la temporada fue el descenso de estos.
De lo mejor visto en el Sánchez Pizjuán es este gol de Tsartas al Real Madrid.
Un autentico golazo de un especialista en la materia. El griego fue de lo mejorcito del equipo, convirtiendo cada jugada a balón parado en una ocasión para su equipo, también destacó por su buen trato del balón y visión de juego.
Se cuenta que su fichaje por el club de Nervión fue un tanto surrealista. Los enviados del Sevilla visitaron Grecia para ver al mediapunta de Olympiakos.
Cenando en un restaurante un camarero les recomendó que fueran a ver a Tsartas, que por entonces militaba en el AEK Atenas, asegurando que era una maravilla (no se equivocaba) y, así comenzó su andadura por la capital andaluza.