Nuestros protagonistas de hoy, lejos de ser delanteros ratoneros o fornidos defensas de frondoso bigote, son más bien hombres de negocios, de mayor o menor éxito, de esos de traje y corbata, que aún hoy rodean el mundo del fútbol. Aunque aquellos eran más típicos del cine de gánsteres o caciques latifundistas.
Como todo, la profesionalización del mundo del fútbol, provocó cambios en todos los aspectos, desde convertir a rechonchos jugadores en atletas de élite, hasta renombrar sus templos que antaño llevaran nombres de presidentes ilustres del club, por marcas de poderosas multinacionales.
Toda esta evolución hace casi inconcebibles escenas como las que vamos a ver, porque estos personajes también son “una especie en peligro de extinción». Puede que haber perdido esto no sea tan malo después de todo… Aunque no me negareis que eran mucho más divertidos que las multinacionales, los jeques y los fondos de inversión.
Aunque nacido en el Burgo de Osma (Soria), rara vez diríamos que este personaje era soriano porque no tiene mucha relación con la región, salvo el partido veraniego de cada pretemporada contra el modesto equipo local. Que por cierto, aún hoy se sigue celebrando.
Como empresario, se dedicó al sector de la construcción, que aunque le reportó ingentes beneficios económicos, también le puso entre rejas en varias ocasiones.
De aquí saltó al panorama político, donde también tuvo infinidad de problemas judiciales, y aunque salió absuelto en muchas causas, otras le pusieron de nuevo a la sombra.
Curiosamente tenemos un soriano, alcalde de una ciudad malagueña y presidente de un club madrileño.
¡¡A la gresca!!
El otro protagonista es de origen gallego, como el club al que presidió y al que ascendió desde Segunda B hasta la Liga de las Estrellas, todo un mérito para un club tan humilde.
Por aquellos años se reunían los capos del fútbol para debatir el reparto del dinero de las quinielas, como ahora con los dichosos derechos televisivos.
En esa ocasión un casi desconocido presidente de un minúsculo club gallego, la SD. Compostela, intervenía en defensa de Lendoiro, presidente del Deportivo de La Coruña, que mantenía una acalorada discusión con nuestro protagonista, ya presidente de uno de los grandes de nuestro fútbol.
La discusión empezó con un “pelota”, a lo que el gallego le respondió llamándole “bulto de carne con ojos” y así se sucedieron los insultos y las descalificaciones. Aquel día todo acabaría con un contundente “si vienes a Madrid te mato”.
El segundo asalto sería mucho más virulento y tendría como campo de batalla la sede de la LFP y la fecha, el día de la reunión de mandamases del fútbol español para decidir el reparto del dinero de los derechos televisivos. (8-3-1996)
En defensa de ambos, podemos decir que todo quedó resueltos meses después, en una cena de carácter informal firmaron la paz y enterraron el hacha de guerra para mantener una muy buena relación institucional entre los clubes que duraría años y años. Todo quedaba olvidado.
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