Esto que para muchos es una exageración se ha llevado al extremo en alguna ocasión. Andrés Escobar fue un defensa central colombiano de finales de los 80 y principios de los 90.
De la ilusión a la desgracia
Internacional con Colombia estaba en el mejor momento de su carrera y sonaba como sustituto de Franco Baresi en el AC Milan.
Durante el Mundial de 1994 al que los cafeteros llegaron con muchas ilusiones, Escobar fue titular en los tres partidos de la fase de grupos.
En el primero Rumanía venció por 3-1. En el segundo cayeron frente a la anfitriona, Estados Unidos y, quedaron fuera del torneo con un autogol de Andrés Escobar.
Toda la expedición estaba muy nerviosa, ya que, las amenazas de muerte eran habituales a todos los miembros de la selección, incluido el cuerpo técnico. En un país que vivía una de las etapas más convulsas de su historia.
Sus expectativas eran muy altas, dado el nivel de la plantilla y los resultados previos a la Copa del Mundo. Pocos días después de regresar a casa Escobar se encontró en un parking público con unos «aficionados» que le increparon por su error. Después se supo que formaban parte de una banda de narcotraficantes.
En medio de la discusión apareció otro hombre, el que conducía el coche de los narcos. Sin mediar palabra, comenzó a disparar sobre Escobar hasta acabar con su vida.
Aquel desafortunado error futbolístico acabó costándole la vida a Andrés Escobar, «El Caballero del Fútbol». Nunca el futbol debiera cobrarse ninguna vida, pero es que hay gente que lleva sus pasiones demasiado lejos.