El delantero sevillano dio un rendimiento descomunal en Mallorca y Deportivo de la Coruña, siendo en la ciudad gallega donde alcanzó su mejor nivel.
A pesar de su extraordinaria capacidad goleadora y técnica individual, su entrenador en A Coruña, Jabo Irureta, siempre le achacó su escasa entrega en los entrenamientos. Razón por la que además no solía terminar los encuentros y era sustituido por el técnico vasco.
Lo anterior llama especialmente la atención porque pese a ello en su cénit logró ser máximo goleador de la Liga Española. De los 34 partidos que disputó, solo 25 lo hizo como titular y solo en 9 de ellos completó los 90 minutos sobre el césped.
Un jugador de una calidad brutal y aunque siempre se le acusó de «cuidarse poco», era capaz de hacer autenticas maravillas con el balón.
El 22 de febrero de 2003 el conjunto blanquiazul se impuso 6-0 al Alavés y el «9» hizo un hat trick. Posiblemente este sea el mejor gol de Tristán.