En esos cinco años disputó 151 partidos y marcó 29 goles con los verdiblancos, la mayoría de ellos gracias a su extraordinario golpeo a pelota parada.
Tenía un auténtico cañón en la diestra y pese a situarse cerca de la pelota sin apenas carrerilla soltaba unos zurriagazos memorables que trazaban una “folha seca” imposible para los guardametas.
En ese tiempo, cada vez que el mediocentro colocaba la pelota cerca de la frontal del área rival se podía escuchar entre los hinchas del Benito Villamarín: El portero está “asustaó”, tira la falta Assunçao.
Para muestra un botón. Assunçao debutó con el Betis con un golazo de falta en Riazor y a lo largo de su carrera logró más de un centenar de tantos en esta especialidad.