El portugués no es ni mucho menos el inventor de esta forma tan peculiar de pegarle al balón. El término «folha seca«, en ocasiones también denominado «folha morta» significa hoja seca en portugués, pero nació a muchos kilómetros de Portugal, lo hizo en tierras brasileñas.
Este nombre viene por la forma en la que el balón cae después del golpeo. Se eleva alto para después bajar bruscamente mientras gira sobre sí mismo, como la hoja de un árbol.
El primero en golpear así al balón, o al menos a quien se le atribuye su descubrimiento, es el jugador brasileño Waldir Pereira, «Didí».
Fue un referente de la década de1950, miembro de la la mítica selección que maravilló al mundo con dos Copas del Mundo consecutivos (1958 y 1962)
También conocido como «El Príncipe Etíope», fue un elegante centrocampista con buena visión de juego y, como buen brasileño, poseía un gran regate, pero si algo le hacía especial era su soberbio golpeo de balón.
Un golpeo magistral
Lo cierto es que esta forma tan singular de pegarle fue fruto de la casualidad, como él mismo contó.
Tras una lesión, el dolor en el pie no desaparecía y se acentuaba cada vez que chutaba, por lo que trataba de pegarle con una superficie que le evitase el dolor constante
Así empezó a chutar de abajo hacia arriba, siendo la superficie de impacto los tres últimos dedos, profiriendo al balón un efecto parábola muy difícil de atajar para los porteros.
Jugó la mayor parte de su carrera en Brasil con un breve paso por el Real Madrid (1959-1960) y algún «cameo» en México y Perú.
En España su carta de presentación fue un golazo de falta en el Trofeo Carranza. En la jornada 3 dejó otro muy similar ante el RCD Espanyol, esta vez ya ante la atenta mirada del Santiago Bernabéu.
A pesar de todo no se adaptó y no logró cuajar en el Real Madrid, pero esa ya es otra historia.