Mediada la primera parte Michael Ballack se saca ese zapatazo que daba ventaja a los de Felix Magath.
El disparo es espectacular, aunque los habrá que piensen que le sonrió enormemente la suerte.
Los bávaros se las prometían muy felices pero fueron perdiendo el control del partido en favor de los «rossoneri» que empezaron a acaparar el balón.
A pesar de las ocasiones el gol de la igualada llegó desde los 11 metros tras una buena ejecución de Shevchenko.
Serginho puso un centro al área que Ismael interceptó con la mano. El colegiado otorgó la pena máxima y el ariete ucraniano no perdonó.
A pesar del aluvión de ocasiones el marcador no se volvió a mover. Todo se decidió en el partido de vuelta disputado en San Siro, donde los locales sentenciaron con un contundente 4-1.
El AC Milan cayó frente al FC Barcelona en semifinales y aquella Champions terminó en las vitrinas del Camp Nou, en la que fue la segunda Copa de Europa de su historia.