Seguro que cualquier aficionado del mundo, aunque no sienta especial devoción por el Watford o Leicester, se mocionó viendo este partido.
Ambos equipos, 3º y 6º, respectivamente en la temporada regular de la Championship, se jugaban un puesto en la final del playoff de ascenso a la Premier League.
En la ida “The Foxes” tomaron una mínima ventaja en su estadio. El 12 de mayo de 2013 Vicarage Road dictaría sentencia. Y se iba a poner aún más negro para los locales.
A los 15 minutos Vydra igualaba la eliminatoria, pero apenas cuatro minutos después Nugent daba ventaja de nuevo a los suyos.
“The Hornets” necesitaban dos goles para no caer eliminados. En el 65 Vydra con su segundo tanto ponía el sueño un poquito más cerca.
El colegiado añadió 4 minutos de descuento. El Leicester disponía de un penalti para igualar el partido y sentenciar la eliminatoria. Ahí empezó la locura.
Almunia para el disparo de Knockaert y el posterior rechace a bocajarro. La defensa local saca el balón a la desesperada.
Ese balón en largo se traduce en un contragolpe mortífero que finaliza con el 3-1 en el marcador.
El gol de Deeney al Leicester desató la locura en Vicarage Road. Los aficionados del Watford jamás olvidarán aquel minuto 97. De sentenciados a vencedores. A veces el fútbol es así.
Pese a la alegría generalizada, no lograron el ascenso. Esa plaza fue para el Crystal Palace que venció por la mínima en la final. Pero que les quiten lo bailado.