En aquel momento Kaká era uno de los mejores jugadores del mundo, si no el mejor, como acreditó su Balón de Oro de 2007.
Cristiano Ronaldo adelantó a los «Diablos Rojos» a los 5 minutos, pero el brasileño Kaká le dio la vuelta con dos golazos en el 22′ y el 37′.
El segundo gol de Kaká fue una auténtica maravilla, que nos recuerda lo grande que llegó a ser este jugador a pesar de su ocaso tan discreto.
Con el 1-1 los «Diablos Rojos» acosaban la portería rossoneri, cuando el guardameta Dida mandó un balón a campo rival en lo que parecía un despeje sin peligro.
Eso debieron pensar los tres defensores del United cuando vieron que en aquella zona del campo «solo» estaba Ricardo Kaká.
Tras pugnar el balón con Fletcher y ganarle la partida cuerpeando encara a Heinze y lo rebasa con un sombrero, Evra viene en su ayuda pero Kaká toca lo justo para alejar el balón y que Evra se lleve por delante a su compañero.
Ya solo contra Van Der Sar Kaká, define cómodamente. Un auténtico golazo. Ante esta obra de arte solo se puede aplaudir.
El United se impuso 3-2 aquella noche con dos goles de Wayne Rooney, pero los rossoneri les endosaron un doloroso 3-0 en San Siro para llegar a la final y llevarse su última «Orejona» hasta la fecha.