Tras múltiples decepciones los Juegos Olímpicos Barcelona ’92 ofrecían una oportunidad excepcional para dar esa esperada alegría a los aficionados españoles.
La “Generación Cobi” contaba con jóvenes talentos como Toni, Ferrer, Abelardo, Guardiola, Luis Enrique, Kiko, Cañizares o Alfonso entre otros.
“La Roja” se plantó en la final con una trayectoria inmaculada. Pleno de victorias sin encajar un solo gol en todo el torneo.
En la final esperaba una aguerrida Polonia que venía de meterle un set a Australia en semifinales.
El encuentro disputado en el Camp Nou el 8 de agosto de 1992 fue un montaña rusa de emociones. Se adelantaron los polacos en el último minuto de la primera parte tras un fallo de la zaga española.
Abelardo y Kiko firmaron un fulgurante remontada entre el 65’ y el 70’’. Todo indicaba que el oro se quedaba en casa, pero 9 minutos después Staniek firmó de nuevo la igualada.
La final se marchaba a la prórroga. En el último suspiro España botó un córner. El balón llegó a la frontal donde la recibió Luis Enrique. Su disparo rechazó en varios jugadores hasta llegar a las botas de Kiko, que batió con la diestra al portero polaco.
No podía ser de otra manera. Victoria agónica para una selección siempre repleta de talento a la que se le negaba el éxito ocasión tras ocasión.
Aquel gol de Kiko en Barcelona ’92, emulando a los héroes de Amberes, abría una nueva puerta a la esperanza. Lo mejor estaba por llegar, aunque tendrían que pasar casi dos décadas para que España reinase en el planeta fútbol.