Como os podéis imaginar era habilidoso y capaz de casi cualquier cosa sobre un terreno de juego. Se atribuyó la invención de la chilena, aunque el primero en ejecutar este movimiento, más de una década antes que el brasileño, fue Ramón Unzaga.
El 5 de junio de 1938 Brasil y Polonia brindaron uno de los duelos más espectaculares en la historia de la Copa del Mundo.
La verdeamarela, cuando aún vestía de blanco, se impuso 6-5 al combinado polaco y Leónidas da Silva tuvo un papel fundamental con un hat trick, dos de ellos en la prórroga.
Héroe descalzo
El delantero carioca , que fue máximo realizador del torneo, hizo inútil la gesta de Ernest Wilimowski, que aquel día marcó cuatro goles en su único partido mundialista.
En el tiempo reglamentario igualaron 4-4, en un choque marcado por la lluvia que no cesó de caer sobre Estrasburgo, dejando un auténtico barrizal sobre el terreno de juego del Stade de la Meinau.
Al inicio de la prórroga un auxiliar del equipo técnico brasileño trató de quitar el barro de las botas del crack, pero ante la imposibilidad y buscando mayor ligereza en el juego Leónidas decidió saltar descalzo.
Tres minutos después al igual que hiciese durante su infancia en las favelas de Río de Janeiro anotó un gol descalzo. Su pie desnudo quedó disimulado por la cantidad ingente de barro que había sobre él, ya que, de haberse percatado el colegiado habría anulado el gol.
Otros cuentan que no Leónidas no lo hizo a propósito e indican que simplemente perdió la bota en un lance del juego.
Pasó a la historia como “el gol de las medias” y a día de hoy es el único que un futbolista ha logrado sin calzado en la historia del torneo.
El gol descalzo de Leónidas fue fruto de las circunstancias, pero una década más tarde la selección india debutó en los Juegos Olímpicos de Londres sin botas por convicción, dejando otra de las imágenes más curiosas en la historia del fútbol.