El 2 de noviembre de 1993 el Valencia CF marcó un registro negativo que sigue vigente en el fútbol español. Nada hacía presagiar tamaña debacle en los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA ante el Karlsruher SC.
Los che marchaban líderes de la Liga Española y acababan de golear al Celta de Vigo, además tenían pie y medio en la siguiente ronda de la competición europea tras endosarle un 3-1 a los alemanes en el Luis Casanova. Aquel día solo la falta de puntería y las paradas milagrosas de Oliver Kahn evitaron una goleada de escándalo.
Pocas veces se volvió a ver a los valencianistas con la camiseta azul oscura que lucieron aquella fatídica noche para ellos en el Wildparkstadion.
25.000 gargantas de los aficionados de “El Glorioso” ahondaron en la herida che a la conclusión de los 90 minutos entonando a modo de burla el “¡Que viva España!”.
Las consecuencias del desastre valencianista ante el Karlsruher no se hicieron esperar. Tras el choque fue cesado el técnico Guus Hiddink y poco después dimitió su presidente Arturo Tuzón. Una temporada que fue de mal en peor para ellos tanto en lo deportivo como en lo institucional.
Aun duele entre los aficionados che aquel duro varapalo ante los teutones.
El milagro de Edgar Schmitt
El gran protagonista del partido fue Edgar Schmitt, que había llegado al fútbol profesional a la tardía edad de 28 años y, que pocos días antes del duelo entre Karlsruher y Valencia sufrió un aparatoso accidente de tráfico del que milagrosamente salió ileso.
Aquella fría noche de noviembre el ariete belga logró un póker de goles, que unidos a los de Rainer Schütterle, Valeriy Shmarov y Slaven Bilic arrojaron al luminoso el increíble 7-0 con el que vapulearon a los che, en la que sigue siendo la mayor goleada encajada por un equipo español en competiciones continentales.
Los alemanes fueron superando contra todo pronóstico ronda a ronda, dejando en el camino a Girondins de Burdeos y Boavista hasta plantarse en semifinales, donde les eliminó otra de las sorpresas del torneo, el Casino Salzburgo.
Por su parte, Schmitt fue máximo goleador empatando en todo lo alto con Dennis Bergkamp, ambos con 8 tantos.