Cuatro años después en éxtasis tras el primer ascenso, los hinchas granotas colocaron en el mismo lugar un gato de cartón junto a la pancarta: “El gato ya ha subido a la palmera y el Levante está en Primera”.
Venganza consumada
En 1986 tras más de cinco décadas en la élite del fútbol español los che descendieron a Segunda División y, como suele suceder con las rivalidades más enconadas, más si cabe entre vecinos, fue un momento de gozo para la parroquia che.
Como los valencianistas en 1959 escogieron una broma pesada para burlarse de la desgracia ajena. En este caso los granota montaron un entierro del Valencia CF por las calles del popular barrio de El Cabanyal.
Pasearon junto a un féretro de cartón que terminó pasto de las llamas al final de aquella tarde del 12 de abril de 1986, en la que los che perdieron la categoría tras caer 3-0 ante el FC Barcelona en el Camp Nou.
Fue la única “alegría” para una hinchada levantinista que vio como su equipo ese mismo año se iba al pozo de la Tercera División.
Los che regresaron el año siguiente a Primera División, mientras que el Levante tardó otros 18 años en regresar a la élite del fútbol español.