En septiembre de 1956 tuvo lugar un partido impensable a día de hoy.
En junio de ese mismo año el Real Madrid conquistó la primera Copa de Europa.
Título que le dio una relevancia internacional desconocida hasta la fecha.
Tanto es así que Diego Ramírez Pastor, presidente de la Asociación de la Prensa de Barcelona, propuso un partido homenaje en Barcelona.
El guante fue recogido por Agustín Pujol, en aquel momento presidente de la Federación Catalana de Futbol y sobre todo delegado de España en la UEFA.
Durante aquellos años, nacimiento y pugna entre Copa de Europa y Copa de Ferias, una fue apoyada por la UEFA y la otra la FIFA.
A la iniciativa se sumó Francisco Miró-Sans, presidente del F. C Barcelona.
Tras varias ideas se decidió que el partido de homenaje al Real Madrid campeón de Europa, fuera frente a un combinado de jugadores de los clubes de Barcelona.
En aquel momento Barcelona, Español y el Condal.
Aunque este último finalmente no aportó ningún jugador y hoy se encuentra absorbido por el Barcelona.
Algunas fuentes dicen que se trata de la selección catalana la que se enfrentó al Real Madrid, aunque no sería así exactamente.
Si es cierto que el seleccionador fue José L. Lasplazas, quien fuera seleccionador nacional y en aquel momento seleccionador catalán.
Y es que sorprendentemente si existía una selección catalana durante el franquismo, denominada oficialmente selección regional catalana de fútbol.
El Real Madrid aceptó la invitación y el partido se disputaría en el campo de Les Corts, antiguo campo del Barcelona.
El combinado barcelonés estaría compuesto por Ramallets; Argilés, Biosca, Gracia; Bosch, Vergés; Tejada, Villaverde, Sampedro, Moll y Arcas.
De los cuales solo Argilés y Arcas eran del Espanyol, el resto del Barcelona.
El Real Madrid alineó a Berasaluce; Atienza II, Marquitos, Lesmes II; Muñoz, Zárraga; Joseíto, Kopa, Di Stéfano, Rial y Gento.
Este partido fue el de presentación de Kopa con el Real Madrid.
Lo que dio lugar a escenas realmente llamativas.
La comitiva del Real Madrid fue agasajada por las autoridades de la ciudad y de los clubes en cuestión.
Se visitaron por ejemplo las obras del Camp Nou, que se inauguraría al año siguiente.
También las obras de ampliación del templo perico, Sarriá.
También se celebró una comida conjunta entre los clubes y la asociación de la prensa.
Y para mayor sorpresa la comitiva recibió a Kopa en el aeropuerto del Prat, que viajaba directo desde Francia.
Bernabeu y Saporta, junto a Miró Sans y Pepe Samietier, presidente y secretario del Barcelona.
¿Os imagináis a Laporta y Deco junto a Florentino y Miguel Ángel Sanchez, recibiendo a Mbappe en el aeropuerto tras fichar por el Real Madrid?
Totalmente surrealista.
Cierto es que la invitación llegó justo antes de que se cerrase el fichaje de Kopa por el Real Madrid y Bernabeu prometió que debutaría en ese partido como agradecimiento.
Cumplió y se vendieron todos los billetes, 60.000 almas abarrotaron el campo de Les Corts.
Antes del partido, a modo de teloneros, los canteranos blancos se enfrentaron a los blaugranas en el mismo escenario.
La imagen fue de total hermandad y los aficionados aplaudían a locales y foráneos indistintamente.
El Real Madrid fue ovacionado al inicio y al final del partido, que por cierto acabó 3-7 y fue un espectáculo soberbio según la prensa de la época.
Al día siguiente la prensa publicó: «Ha sido un gran homenaje en el que ha quedado reflejada la admiración y cariño con que se han seguido las gestas del equipo merengue en Europa».
No me puedo imaginar algo similar hoy en día, donde todo está politizado y polarizado, pero entonces fue todo un éxito.