5 de enero de 1991, el Woking FC protagonizó una de las mayores gestas que se recuerdan en la FA Cup. Un equipo amateur que contaba entre sus filas con mensajeros, decoradores, albañiles o pintores entre otras profesiones.
En aquella época militaban en la sexta categoría del fútbol inglés y fueron capaces de imponerse contra todo pronóstico al West Bromwich Albion, cuatro divisiones por encima de este modesto club del condado de Surrey.

Desafiando a la estadística
Si inesperado fue el resultado en aquella tercera ronda eliminatoria del torneo de clubes más antiguo, más aún el héroe que propició tamaña gesta. Tim Buzaglo, jugador de críquet de la selección de Gibraltar y agente inmobiliario, logró el hat trick que dio el triunfo a su equipo.
En aquel duelo en The Hawthorns se adelantaron los “Baggies” en la primera mitad y, con ese resultado se llegó al descanso. En la segunda mitad “The Cardinals” se adelantaron 1-4 gracias al triplete de Buzaglo en apenas 15 minutos y otro gol de Terry Worsfold.
Los locales marcaron otro tanto para maquillar el sonrojante marcador, pero el descontento fue tal entre los hinchas que llegaron a lanzar una bolsa llena de basura contra sus jugadores en las afueras del estadio.
Tres décadas después este partido sirvió para la realización de un estudio matemático, que arrojó que aquel 5 de enero de 1991 había una posibilidad entre 16 millones de que se diese el resultado que lograron los “Cards”.
Es decir, existía una probabilidad similar a la de concebir cuatrillizos idénticos. Datos que dan aún más valor si cabe a una de las grandes gestas en la historia del fútbol inglés.
En la siguiente ronda el Woking FC no pudo dar de nuevo la campanada, cayendo por la mínima ante el Everton, pero ya nada podía empañar la mayor hazaña de su historia.