El 27 de junio de 1992 se disputaba en el Bernabéu un derbi madrileño muy especial. Estaba en juego la final de la Copa del Rey.
Curiosamente los colchoneros ejercieron aquella tarde como locales en el coliseo blanco, relegando al banquillo visitante a los teóricos anfitriones.
En el minuto 7 el exmadridista Bernd Schuster ponía el 1-0 con un magistral lanzamiento de falta. Su celebración da a entender que le habían dejado algo a deber en la «casa blanca».
Poco más de 20 minutos después, Paulo Futre finalizaba a las mil maravillas una contra y sentenciaba la final. 2-0 y para casa.
Aquel gol de Futre en la final de la Copa del Rey sigue siendo uno de los más recordados por los colchoneros, que ese día levantaron su 8º título de Copa del Rey.