Desde tiempos inmemoriales el Athletic Club tiene como principio contar entre sus filas únicamente con futbolistas vascos, aunque esta filosofía tan arduamente defendida por los bilbaínos no siempre ha impedido que haya vestido su camiseta algún futbolista extranjero.
Tanto es así que “Los Leones” fueron el primer equipo de fútbol español en alinear jugadores foráneos sobre un terreno de juego.
Fundado en 1898, el Athletic Club, cuatro años más tarde se fusionó con el Bilbao FC (ambos con futbolistas extranjeros entre sus filas), para conformar el Bizcaya, que conquistó la Copa de la Coronación, predecesora de la actual Copa del Rey.
Durante la primera década del torneo se hicieron con hasta cuatro títulos y, no parecía haber ningún impedimento en poner en liza a futbolistas extranjeros, pero todo esto cambió el 9 de abril de 1911.
Tras derrotar 2-0 al Fortuna de Vigo el conjunto vigués denunció alineación indebida de su rival, alegando que habían sido de la partida dos futbolitis ingleses, Martin y Sloop, que no cumplían con la normativa vigente, que exigía para disputar la competición a cualquier extranjero al menos un año de antigüedad en el club.
La norma que cambió la filosofía del Athletic Club
La denuncia, a la que también se sumó la Real Sociedad, finalmente no prosperó, pero se armó un gran revuelo. Los donostiarras abandonaron una competición que terminaron conquistando los rojiblancos.
La Federación decidió anular el torneo para poco después retractarse, finalmente modificaron el reglamento estableciendo que los equipos solo podían alinear tres extranjeros que justificasen al menos tres años de residencia en España.
Sin saberlo acababa de nacer una nueva filosofía para el Athletic Club, la de únicamente nutrirse de jugadores de la tierra nacidos en el País Vasco. Como en toda norma no escrita ha habido excepciones y en más de un siglo desde que se implantó también han tenido cabida futbolistas riojanos, del País Vasco Francés e incluso extranjeros con ascendencia vasca.
Miguel Jones, nacido en Guinea Ecuatorial, se trasladó a Bilbao junto a su familia cuando apenas tenía 5 años. Llegó a debutar en un amistoso con el Athletic Club, pero la directiva declinó su contratación por su país de nacimiento y terminó fichando por el Atlético de Madrid.
Abriendo fronteras
Décadas más tarde fueron más flexibles con la norma permitiendo que defendiese su portería entre 1986 y 1990 el guardameta Vicente Biurrun, nacido en Sao Paulo, ciudad a la que sus padres, originales del País Vasco, habían emigrado por temas laborales.
Su periplo en el fútbol español empezó en la Real Sociedad, donde Arconada era el dueño y señor de la portería. Tras destacar en Osasuna, recaló en San Mamés con la difícil tarea de hacer olvidar la marcha de Andoni Zubizarreta y, cumplió con creces, siendo titular indiscutible en sus cuatro campañas con “Los Leones”.
De esta forma Biurrun, a excepción de los ingleses que jugaron durante los primeros años, fue el primer futbolista nacido en el extranjero en vestir la camiseta del Athletic Club.
Al portero le siguieron otros nombres como Bixente Lizarazu, Fernando Amorebieta, Javier Iturriaga, Aymeric Laporte y Cristian Ganea, que pese a haber nacido en el extranjero, sus raíces vascas les han permitido vestir la elástica del Athletic Club.
Algunos estarán de acuerdo, otros no lo entenderán, pero desde 1911, a veces de forma más rigurosa, otras más flexible, adaptándose a los tiempos, esta es la manera que ha elegido el Athletic Club para competir en nuestro bien amado fútbol.