Los colores son el mayor símbolo identitarios de un equipo, pero estos a veces llegan hasta el club fruto de la casualidad, como es el caso del rojiblanco en la camiseta del Athletic Club.
Desde su fundación en 1898 el equipo vizcaíno lució una equipación completamente blanca a excepción de las medias negras. En 1902 para la participación en la Copa de la Coronación comenzaron a lucir la camiseta del Blackburn Rovers, mitad azul, mitad blanca, donada al club por Juan Moser, uno de sus socios de origen irlandés.
El cambio al rojiblanco llegó en 1910 por el descuido de Juan Elorduy, estudiante de ingeniería y jugador del Atlético de Madrid, creado en 1903 en la capital por un grupo de estudiantes y seguidores del Athletic Club.
Aquellas navidades viajó a Londres y la directiva le encargó que comprase 50 camisetas para renovar las equipaciones que ya estaban muy desgastadas y los tejidos ingleses eran los mejores en la época.
Un descuido que cambió los colores del Athletic Club
En este momento surgen las leyendas, puesto que no se sabe exactamente lo que sucedió. Unos cuentan que al llegar a la tienda no quedaban camisetas, otros que lo dejó para última hora y no encontró lo que había ido a buscar.
A la hora de volver Elorduy no tenía las camisetas del Blackburn Rovers que le habían pedido. Para regresar a Bilbao embarcó en Southampton, cuyo club lucía una camiseta a franjas verticales blancas y rojas, coincidiendo con los colores de la bandera de Bilbao y esas fue las que se llevó.
Aquella camiseta rojiblanca fue utilizada por primera vez por el Athletic Club el 9 de enero de 1910 en un amistoso frente al Sporting de Irún.
Todo el mundo quedó encantado y el rojiblanco pasó a ser una seña de identidad del Athletic Club, que también incorporó el rojo a su escudo, sustituyéndolo por el azul que predominaba hasta ese momento.
Un año más tarde estos colores llegaron al Atlético de Madrid que en 1921 para diferenciarse de los vizcaínos cambió el negro por el azul en su pantalón.