Poco después la FIFA inició su extensión por el resto del mundo, pero sufrió su primer gran revés durante la Primera Guerra Mundial, conflicto bélico que sumió prácticamente en la ruina al máximo organismo del fútbol.
La llegada a la presidencia de Carl Hirschmann permitió a la organización remontar la crisis, pero poco después todas las federaciones británicas (Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda) abandonaron la FIFA por controversias derivadas de la llegada del profesionalismo.
En 1921 tomó la presidencia Jules Rimet gran impulsor de la Copa del Mundo, torneo al que también se negaron a asistir los no miembros británicos.
La Segunda Guerra Mundial parecía ser el fin de la FIFA, el hecho de no poder organizar torneos internacionales durante muchos años vació por completo sus arcas, pero en 1946 regresaron las cuatro asociaciones británicas y encontraron una solución de urgencia.
Objetivo: salvar a la FIFA
El 10 de mayo de 1947 se dieron cita en Hampden Park lo más selecto del fútbol europeo para un duelo Reino Unido vs Resto de Europa en el que recaudaron 35.000 libras esterlinas que salvaron a la FIFA.
137.000 aficionados abarrotaron el coliseo escocés para ver como los suyos derrotaban 6-1 a un combinado formado por algunos de los mejores futbolistas del Viejo Continente.
Mannion y Lawton lograron sendos dobletes y el set lo completaron Steel y Parola en propia puerta. La estrella del AC Milan Gunnar Nordahl logró el único tanto del combinado de estrellas, que significó el 1-1 transitorio en el marcador.
Los británicos dirigidos por Walter Winterbottom formaron con Frank Swift, George Hardwick, Jack Vernon, Ron Burgess, Tommy Lawton, Billy Liddell, Stanley Matthews, Wilf Mannion, Archie Macaulay, Billy Hughes y Billy Steel.
Por el combinado europeo. con Karl Rappan (inventor del “catenaccio”) a los mandos, jugaron Julien Darui, Willy Steffen, Johnny Carey, Carlo Parola, Victor Lambrechts, Josef Ludl, Poul Pedersen, Karl Aage Praest, Faas Wilkes, Gunnar Gren y Gunnar Nordahl.
La recaudación permitió sanear las maltrechas arcas de la FIFA, nuevos miembros se fueron uniendo y permitieron que la Copa del Mundo regresara en 1950 tras 12 años de ausencia.
Este “partido del siglo” se repitió con distintos protagonistas en 1963 para celebrar el centenario del nacimiento del fútbol tal y como lo conocemos en una taberna londinense