Dos semanas antes el conjunto francés se impuso 2-0 en su feudo y, puso más de cara si cabe la eliminatoria con el tremendo gol de Zidane al Betis a los 4 minutos de arrancar el choque de vuelta.
Huard sacó en largo y tras una pugna aérea entre dos futbolistas el balón le cayó a Zidane prácticamente en el círculo central. La dejó botar para acto seguido sacarse un tremendo zurdazo ante el que nada pudo hacer Jaro.
Esta fue la carta de presentación del mago francés en el Viejo Continente, que como era de esperar, la siguiente temporada hizo las maletas para marcharse a uno de los grandes de Europa, la Juventus de Turín.
Los verdiblancos le dieron la vuelta al marcador gracias a los tantos de Alexis y Stosic, pero el Girondins se llevó la eliminatoria, en un torneo en el que alcanzó su única final continental, cayendo a doble partido contra el Bayern de Múnich.