8 años separan ambas instantáneas. 12 de julio de 1998. Stade de France. Zidane brinda más de la mitad de la primera Copa del Mundo a su país con dos cabezazos inapelables. 9 de julio de 2006. Estadio Olímpico de Berlín. Francia se queda a las puertas de levantar su segundo Mundial y Zidane cuelga las botas tras su cabezazo a Materazzi.
Entre esos dos momentos, posiblemente el más feliz y el más triste en la carrera de Zidane, hizo disfrutar a millones de aficionados a este deporte a lo largo y ancho del planeta.
Tampoco deja de sorprender que el “10” de Francia sea con 2 rojas y 4 amarillas el futbolista más amonestado en la historia de la Copa del Mundo. Participó en 3 ediciones, disputó 12 partidos y marcó 5 goles, uno menos de las tarjetas que recibió.
Héroe francés
A nadie se le escapa que además de un gran talento tenía un temperamento que no siempre supo controlar y que más de una vez le jugó una mala pasada sobre el terreno de juego. A lo largo de sus casi dos décadas de carrera fue expulsado doce veces.
Sin ir más lejos en el Mundial de 1998 se perdió dos partidos tras ver la roja en la segunda jornada de la fase de grupos ante Arabia Saudí.
La verdad es que no quedó muy claro si el colegiado mexicano Arturo Brizio le expulsó por el pisotón al contrario o por la posterior protesta.
Sea como fuere aquel momento no puede empañar la estelar actuación en su primera participación en el torneo. Regresó en cuartos de final y ya no se perdió un solo minuto ante Italia, Croacia y Brasil.
Además de contribuir a la fluidez del juego galo allanó el camino hacia la primera Copa del Mundo de “Les Bleus” con sendos cabezazos en el 27’ y 45’. Emmanuel Petit se encargó de redondear la noche para los anfitriones con su tanto en el último minuto.
¿La mejor retirada posible?
Antes del Mundial de 2006 Zidane se despidió del Real Madrid y anunció que tras el torneo no se volvería a vestir de corto, decisión que sorprendió a más de uno por el nivel que mostró en Alemania. Seguramente le quedaban al menos un par de años de fútbol.
Dio exhibición tras exhibición en las eliminatorias. Ante España, en octavos, con un gol majestuoso. Volvió loca a la defensa de Brasil en cuartos y, ante Portugal en semifinales hizo otro partidazo y marcó de penalti el gol que metió a Francia en la segunda final de su historia.
Zidane arrancó la tarde del 9 de julio de 2006 en el Olímpico de Berlín con un “Panenka” sublime que adelantó a los suyos en el minuto 7. Poco después Materazzi igualó la contienda con un testarazo a la salida de un córner.
Otro cabezazo de Zidane, esta vez sobre el pecho del zaguero italiano iba a convertirse en una de las imágenes más recordadas en la historia del torneo.
El incidente Materazzi
Italia y Francia llegaron igualadas al final del tiempo reglamentario. En el minuto 110 de la prórroga Materazzi insultó gravemente a Zidane, este no reaccionó nada bien y sin mediar palabra le propinó un cabezazo en el pecho.
El colegiado Horacio Elizondo no se percató de la agresión, pero Luis Medina Cantalejo (cuarto árbitro) lo había visto todo en el videomarcador. El VAR antes del VAR. Le avisó y Zidane fue expulsado. Triste retirada para una leyenda del balón.
Su selección cayó en la tanda de penaltis y “Zizou” pidió un sentido perdón a todos los franceses.
¿Ángel o demonio? Ni lo uno, ni lo otro. Zinedine Zidane, es uno de los mayores talentos en la historia del fútbol al que su fuerte temperamento le pasó factura en más de una ocasión, pero que merece ser recordado por todo lo bueno que hizo sobre un terreno de juego.
No obstante y pese al cabezazo de Zidane merecedor de la expulsión, fue nombrado mejor jugador de aquel torneo. Cabe recordar que la FIFA siempre vota este premio antes de la disputa de la gran final.