De un lado una de las anfitrionas, Corea del Sur, que se había plantado en semifinales tras sendos escándalos arbitrales frente a Italia y España. En la penúltima ronda los coreanos sucumbieron ante la fiabilidad alemana.
Del otro lado estaba Turquía, que en su segunda participación mundialista logró un impresionante tercer puesto.
Cayeron en semifinales ante un Brasil con el que se vieron las caras en dos ocasiones en el torneo y en ambas se lo pusieron más que complicado. Recordad que en aquel torneo la “verdeamarela” contó sus partidos por victorias.
Curiosamente tanto turcos como coreanos debutaron por primera vez en la Copa del Mundo y también se vieron las caras en aquel torneo.
Los otomanos vencieron 4-0 en aquella ocasión y ambos combinados cayeron goleados ante los otros dos miembros del grupo, Hungría y Alemania, que alcanzaron la final el torneo.
A lo que vamos. El Estadio de Daegu fue el escenario del gol más rápido de los mundiales.
El autor fue el máximo goleador histórico de “Los Sultanes”, Hakan Sukur. Tras el saque de centro el balón llega a un central coreano que se hace un lío. Pierde y el ariete turco manda el balón al fondo de las mallas. Habían pasado 10,8 segundos.