Corría el minuto 67 cuando Enzo Francescoli derribó a Raúl Cardozo en el medio campo.

Christian Bassedas se preparaba para sacar la falta, pero apareció como una exhalación el meta paraguayo que mientras le gritaba al árbitro que se agachase se sacó un zurdazo memorable que voló bien alto hasta colarse en la portería contraria pese a la oposición del “Mono” Burgos.
La acción fue tan repentina que sorprendió hasta a la realización televisiva que sólo pudo mostrar cómo se introdujo la pelota en la meta de los “Millonarios”.
Uno de los goles más bellos de su carrera que quedó para siempre en la memoria de la hinchada de Vélez. Y la celebración no se quedó atrás, ya que, el bueno de Chilavert se zafó de todos los compañeros que trataron de agarrarle para terminar lanzándose en plancha al césped. Genio y figura el guaraní.