Donde mejor rindió fue en tierras portuguesas, donde “Super Mario” dejó unos registros increíbles, 168 goles en 175 partidos con el Oporto y 67 goles en 62 encuentros con el Sporting de Lisboa, al que ayudó a conquistar el cetro portugués casi dos décadas después con la friolera de 42 tantos en Primeira Liga que le otorgaron la Bota de Oro de aquel año con mucha diferencia sobre sus perseguidores.
El 17 de diciembre de 1997 sorprendió a propios y extraños dando rienda suelta a su voracidad goleadora contra el Juventude Évora en un encuentro que finalizó 9-1 para los “Dragones Azules”.
Los locales se adelantaron mediada la primera parte gracias a un penalti transformado por Zahovic y, tras el descanso se desató el vendaval Jardel, que entre el 47’ y el 89’ hizo 7 goles en 42 minutos.
Los marcó de todos los colores. Desde los once metros. De cabeza. A bocajarro desde el área pequeña. Regateando a tres adversarios y rematando de rabona. Una auténtico recital.