Apenas tenía 27 años cuando “El hijo del viento” trató de reactivar su carrera marchándose a una “Liga menor”. En el verano de 1994 contaba con dos ofertas de Tottenham Hotspur y SL Benfica, decantándose finalmente por el equipo lisboeta.
En tierras lusas permaneció una temporada en la que logró 16 goles en 34 partidos, antes de regresar a Argentina para compartir vestuario en Boca Juniors con su gran amigo Diego Armando Maradona.
Expulsión surrealista
A sus buenos números en Portugal hay que sumarle una anécdota de lo más curiosa ¡¡Por una expulsión de Caniggia se tuvo que repetir un Derby da Capital entre Benfica y Sporting de Portugal!!
Corría la trigésima jornada de la Primeira Liga cuando los dos vecinos de la capital lusa se vieron las caras en el viejo Estádio Da Luz. «Las Águilas” marchaban terceras en la tabla a diez puntos de “Los Leones”, los únicos en disposición de pelearle el título al Oporto en ese momento.
Los tres goles del encuentro llegaron en la primera mitad. En apenas 13 minutos sendos golazos Balakov y Yordanov pusieron en ventaja a los visitantes y, en el 22’ Dimas de cabeza hizo el 1-2 definitivo.
El incidente sucedió a escasos minutos para el final del choque con el Benfica volcado sobre la meta rival. El colegiado señaló una falta en la frontal del Sporting. Sa Pinto retuvo el balón y tuvo un ligero rifirrafe con Caniggia.
Acto seguido el árbitro Jorge Coroado se fue como una exhalación hacia “El pájaro” mostrándole la amarilla y segundos después la roja. Pero… Un momento. El delantero argentino no había visto una amarilla previamente ¿Por qué le expulsó?
Repetición no oficial
Caniggia se marchó cabizbajo del terreno de juego, pero la cosa no terminó ahí. Aquella expulsión se convirtió en cuestión de estado en Portugal. Tan acalorado fue el debate que la Federación Portuguesa de Fútbol optó por decretar la repetición de aquel Benfica vs Sporting el 14 de junio de 1995 con el campeonato ya finalizado.
En dicho duelo el Benfica se impuso 2-0 gracias a un doblete de Edílson pero la FIFA no le concedió validez oficial a aquel Derby da Capital. Un final surrealista para una historia fuera de lo común.