Este modesto equipo de la región de Campania nació el 1 de diciembre de 1908 y desde entonces ha vivido hasta tres refundaciones (1940, 2009 y 2018).
Una tradición celestial
Lo más «lógico» sería pensar que AS Roma o SS Lazio fueran los equipos con más opciones de contar con el favor divino, pero no, este viaja 300 kilómetros al sur de Roma, hasta la bella localidad de Avellino.
Todo comenzó en octubre de 1958. Tras el fallecimiento de Pío XII a comienzos de aquel mes se celebró un conclave del que Juan XXIII resultó elegido sumo pontífice de la Iglesia católica.
Esa temporada la US Avellino logró su primer ascenso a Serie C como tercer clasificado de su grupo tras FC Crotone y Akragas.
Durante los casi 5 años del papado de Juan XXII el Avellino fue un equipo ascensor entre la Serie C y Serie D, categoría a la que descendió en 1963, poco antes del fallecimiento del sumo pontífice.
Pablo VI le sucedió en el cargo y…. ¿Sabéis qué sucedió en la temporada 1963-1964? Efectivamente, la US Avellino regresó a la Serie C, esta vez como campeones de la categoría.
Un sueño cumplido
En los 15 años que duró el papado de Pablo VI la US Avellino continuó con su trayectoria como equipo ascensor, con una particularidad, ya que, en la campaña 1973-1974 alcanzaron por primera vez la Serie B tras 62 años de historia.
Pero aun no habían tocado techo. Todavía se sentían con licencia para soñar. El mayor hito en la historia de este club coincidió con uno de los momentos más complicados que vivió la Iglesia católica durante el siglo XX.
En apenas tres meses hubo hasta tres pontífices con el bastón de mando en El Vaticano. En agosto falleció Pablo VI y le sucedió en el cargo Juan Pablo I, que en octubre apareció muerto en su cama y Juan Pablo II tomó el relevo.
Fiel a su cita la US Avellino no falló y el 11 de junio de 1978 subió por primera vez a la máxima categoría del fútbol italiano como tercer clasificado tras Ascoli y US Catanzaro 1929.
El renacer del Avellino
Tras diez temporadas consecutivas en la Serie A, en las que su mejor clasificación fue un octavo puesto, en 1988 “Los Lobos” descendieron y cuatro años más tarde cayeron de nuevo al pozo de la Serie C.
Hasta la fecha no han vuelto a tener la oportunidad de jugar en la élite del fútbol transalpino, pero eso no quiere decir que no hayan tenido nuevas alegrías y, como ya imaginaréis han coincidido con el cambio de Papa.
Tras 27 años como sumo pontífice en la primavera de 2005 falleció Juan Pablo II, que fue sucedido en el cargo por Benedicto XVI. Esa temporada se dio una curiosa circunstancia pues US Avellino y SSC Napoli fueron segundo y tercero respectivamente en la Serie C.
Ambos eliminaron a sus rivales en las semifinales del play-off de ascenso, por lo que la plaza en la Serie B se disputó en el Derbi de la Campania. En la ida disputada en San Paolo igualaron sin goles y, una semana después, el 19 de junio de 2005 el Avellino regresó a la categoría de plata del fútbol italiano tras derrotar 2-1 a sus vecino en un Estadio Partenio lleno hasta la bandera.
Benedicto XVI renunció a su cargo en febrero de 2013 y Francisco fue el elegido en el nuevo cónclave, convirtiéndose en el primer Papa no europeo.
La US Avellino no sobrevivió a una grave crisis económica y fue refundada en 2009 como Associazione Sportiva Avellino 1912 y, regresaron a la Serie B justo tras este nuevo relevo en El Vaticano.
Unos verán una mera casualidad que lleva más de medio siglo repitiéndose. Otros no dudan de la intervención divina. La gran pregunta es ¿Habrá más capítulos de este “pacto” celestial del Avellino?