Vanderlei Luxenburgo había sido cesado en la jornada 14 y el técnico del filial blanco se hacía cargo del primer equipo.
Con López Caro el Real Madrid tampoco convencía a nadie. Ni por juego ni por los resultados.
Llegados a la jornada 19 se encontraba en 6ª posición en la tabla lejos de la cabeza de la liga y sumido en una profunda crisis institucional.
El Sevilla FC visitaba el Bernabéu esperando tirar de refrán y hacer de río revuelto ganancia de pescadores, pero esta vez no pudo ser para los hispalenses.
Con 2-1 en el marcador Guti dejaba para la historia esta delicatessen demostrando una vez más que se trataba de un jugador único.
El club blanco se impuso en aquel partido 4-2 con un hat-trick de Zidane.
No demasiados recordarán los 3 goles del galo, pero nadie olvida del antológico taconazo de Guti. Para quitarse el sombrero.
Aquel equipo en descomposición se llevó por delante al precursor de Florentino Pérez en el mes de febrero, que se marchó asegurando que había consentido demasiado a sus jugadores.