Puede ser un partido igualado, tanto por lo bajo como por lo alto, según la calidad de los contendientes.
También se puede dar que uno de los dos equipos barra al otro, ya sea por su superioridad física o por su buen hacer con el balón.
El partido del que hoy os hablamos bien podía haber sido una de estas pachangas. Pero no. Fue un partido de clasificación para un mundial y terminó con dos récord guiness.
Corría el 11 de abril de 2001. El Mundial de Corea y Japón estaba en el horizonte y dos días antes Australia le había metido 22 a Tonga.
En la segunda jornada se medían en el mismo estadio, el International Sports Stadium de Coffs Harbour, a Samoa Americana.
Pongamos todo esto en contexto. En la actualidad Samoa Americana ocupa el puesto 191 en el ránking FIFA. Eso ahora, que antes era peor
Entre 1988 y 2010 fue la peor selección del mundo. Lograron su primera victoria en los Juegos del Pacífico 2011 frente a Tonga (2-1). 28 años después de su fundación.
Su territorio forma parte del archipiélago de Samoa. Tiene una población que ronda los 60.000 habitantes y la capital es Pago Pago.
Es el último lugar en recibir el Año Nuevo y su selección fue la primera en la que jugó un futbolista transexual, Johnny Saelua.
El partido de los guinness
3.000 personas lo vieron in situ. El partido no se televisó al resto del mundo. Al fin y al cabo ¿a quién le iba a interesar un Australia contra Samoa Americana?
Mire usted por donde, este partido iba a entrar en los anales de la historia y por dos motivos.
Se vio la mayor goleada entre selecciones y al jugador que más goles ha marcado en un partido oficial.
El equipo samoano se solía nutrir de jóvenes universitarios del país. Era época de exámenes y muchos no fueron convocados. Otros tuvieron problemas con el visado y tampoco viajaron a Australia.
Finalmente para el partido presentaron un once cuya edad media apenas alcanzaba los 17 años.
Por su parte, la alineación para la historia de los “socceroos” la formaron Petkovic, Muscat, Moore, Popovic, Tony Vidmar, Aurelio Vidmar, Zdrilic, Horvat, Boutsianis, Colosimo y Archie Thompson.
En el encuentro sólo hubo 10 minutos sin goles hasta que Boutsianis batió al meta samoano. Después llegarían unos cuantos más. 31 exactamente.
La voracidad anotadora de los “aussie” nos arroja una media de un gol cada 3 minutos. El pobre Nicky Salapu no paró de sacar balón de su portería.
Aquellos 31 tantos se repartieron de la siguiente manera: Archie Thompson (13), Zdrilic (8), Boutsianis (3), Popovic (2), Aurelio Vidmar (2), Colosimo (2) y De Amicis (1).
En el marcador llegó a lucir el 32 a 0, un gol más que el resultado oficial. El encargado de hacer subir los tantos al electrónico se debió de liar con tanto gol.
Por cierto Samoa tiró una vez a puerta. Fue en el 86’ y no supuso ningún problema para el aburrido portero australiano.
De friegaplatos a hombre récord
Capítulo aparte merece la actuación de Archie Thompson. Superó un récord en manos de Sophus Nielsen, que marcó 10 tantos, en el 17-1 de Dinamarca a Francia de los Juegos Olímpicos de 1908.
En 16 partidos clasificatorios Archie anotó 20 dianas y en todas sus internacionalidades (41) logró 20. Es decir, aquella tarde en Coffs Harbour marcó la mitad de todos los goles que ha conseguido con Australia.
Casualmente nació en Nueva Zelanda, pero tiene doble nacionalidad, y, prefirió jugar con los “socceroos”.
A sus cuarenta años sigue dando patadas al balón en la tierra de los canguros, donde debutó en 1996 en el desaparecido Gippsland Falcons.
En una ocasión Archie contó que tuvo una revelación. Trabajaba como friegaplatos y vio por televisión a su compañero en juveniles Harry Kewell, en aquel momento en el Leeds United.
Decidió probar suerte en la Liga nacional australiana. Tras cinco años dio el salto al Lierse BK.
Sus buenas actuaciones en Bélgica le hicieron recalar en el PSV, donde apenas tuvo oportunidades. Eso sí, integró el equipo que ganó la Eredivisie 2005-2006.
Ese año fue convocado para la Copa del Mundo, pero no jugó ni un solo minuto en los 4 partidos que Australia disputó en el torneo.
Tras la aventura europea regresó a su país para jugar en la naciente A-League. Concretamente recaló en el Melbourne City, donde pasó 11 años, en los que ganó 3 veces la competición.
Actualmente milita en las filas del Heidelberg United, un equipo de la segunda división australiana.
Australia se marcha a Asia
Aquella fase de clasificación de Australia no tiene parangón. Tampoco tuvo rivales. Terminó con 4 victorias, 66 goles a favor y ninguno en contra.
A las victorias frente a Tonga y Samoa Americana se les sumó un 11-0 a la otra Samoa y un 0-2 a Fiyi.
En la fase final se enfrentaron al otro campeón del grupo, Nueva Zelanda. Vencieron en Wellington 1 a 2 y remataron la faena en Sidney con un 4 a 1 inapelable.
Otra cosa fue la repesca internacional que tenían que jugar contra un rival de la Conmebol.
En Melbourne ganaron por la mínima a Uruguay, pero en el Estadio Centenario de Montevideo los charrúas les metieron 3. Otra vez fuera. Hasta ese año sólo habían participado en la edición de 1974.
Había que buscar una solución. Ésta pasó por cambiarse de Confederación, ya que, en Oceanía no había plaza directa y se la tenían que jugar contra un rival sudamericano. Normalmente más potente.
La Federación Australiana de Fútbol pidió formalmente el cambió en 2005. Una propuesta que contra todo pronóstico fue aceptada por la Confederación Asiática.
Así en 2007 disputaron por primera vez en su historia la Copa Asiática. En 2015 el torneo se celebró en tierras de Oceanía y los “aussie” levantaron el trofeo.
Desde dicho cambio a la zona asiática han accedido a los últimos cuatro torneos mundialistas de manera consecutiva.
Su mejor clasificación en una fase final fue en 2006. Cayeron en octavos de final con aquel polémico penalti transformado por Totti en el minuto 95.
Aquí tenéis aglutinado el resumen de aquel partido de récord. 31 goles en 5 minutos. Oh my God.