Por este motivo y no exentos de nostalgia vamos a recordar dos “choques diabólicos”, repletos de belleza, emoción y goles, que se disputaron hace dos décadas.
La suerte quiso unir a tres colosos en el grupo D de aquella edición, Bayern de Múnich, Manchester United y FC Barcelona. El cuarto en discordia fue el Brondby IF danés.
Alemanes e ingleses se llevaron el gato al agua y pasaron a la siguiente fase. Ese año ambos equipos protagonizaron una de las finales más recordadas de la historia de la competición.

Esa temporada los “Fergie Boys” iban hacer historia al lograr su primer, y, hasta el momento único triplete, Premier League, FA Cup y Champions League.
Se trata de una de las épocas más gloriosas del equipo de Manchester, unida aquella generación de los “Busby Babes” que terminó en tragedia.
Por su parte la entidad blaugrana vivía una progresiva “holandesización” con Louis Val Gaal en el banquillo.
Tras el precipitado despido de Bobby Robson (que ganó todo menos la Liga), Nuñez decidió apostar de nuevo por un técnico oranje, quizá intentando rememorar la mítica época de Cruyff.
No les fue del todo mal, ganaron dos campeonatos domésticos consecutivos. Junto al técnico de Ámsterdam fueron llegando jugadores tulipanes como Hesp, Reiziger, Bogarde, los hermanos De Boer, Cocu, Kluivert y Zenden.
También se unieron al club azulgrana tres brasileños, Rivaldo (a golpe de cláusula), Sonny Anderson y Giovanni.

Entramos en harina vamos con esos dos duelos:
Un partido vibrante
Corría el 16 de septiembre de 1998. Era la primera jornada de la fase de grupos y el Barcelona visitaba Old Trafford.
Siguiendo la tradición inglesa, los locales salieron a avasallar a su rival. Beckham mete un balón medido al área, Giggs la cede atrás sorteando a Hesp y, el remate de Solskjaer (actual entrenador del United) impacta en el larguero. Los locales empezaban intimidando.
En la siguiente ocasión no iban a avisar. Beckham se interna por la banda derecha, centra el balón para el remate de cabeza inapelable de Giggs.
Minutos más tarde Beckham cuelga de nuevo el balón al área. Yorke remata de tijera para el paradón de Hesp. El rechace lo aprovecha Scholes para marcar. En apenas 24 minutos campeaba el 2 a 0 en el electrónico.

El Manchester desarbolaba una y otra vez a la zaga blaugrana. Poco después Yorke cede para Solskjaer. Sólo el paradón de Hesp evita el tercer gol en contra.
En una de las escasas ocasiones visitantes, tras un barullo Zenden cede para Rivaldo dentro del área. Su disparo lo desvía a meta Sonny Anderson, pero el colegiado anula el tanto por posición antireglamentaria.
Inmediatamente después Figo bota un córner que remata de primeras Kluivert. Sólo la excelente intervención de Schmeichel evita el gol.
Tras la reanudación Anderson caza un balón suelto en el área para recortar distancias. Los culés iniciaron el segundo tiempo con un aluvión de oportunidades.

Luis Enrique mete un balón en el área para Rivaldo, éste es derribado por Stam. Giovanni se encarga de transformar la pena máxima firmando el empate momentáneo.
Poco les iba a durar la alegría. En el 63’ Beckham ejecuta uno de sus extraordinarios lanzamientos de falta para poner en ventaja de nuevo a los locales.
Tras otro barullo en el área del United, Figo marca, pero el trencilla pita penalti por una mano de Butt, que es expulsado. Luis Enrique marca el penalti y sella el empate a 3 definitivo.
El encuentro agonizaba y Anderson tuvo la ocasión de dar la victoria a los suyos, pero su disparo se marchó ligeramente desviado.
Con el agua al cuello
Era la penúltima jornada. El Barça recibía al United en el Camp Nou con el agua al cuello.
Sendas derrotas frente al Bayern Múnich les obligaban a doblegar a los Red Devils para seguir soñando con el pase a cuartos de final. Por su partea los visitante les bastaba con el empate para acceder a la siguientes ronda.
El duelo comenzó vibrante como el de dos meses antes, pero esta vez con los azulgrana dominando a sus rivales.
En el primer minuto de juego el “pistolero” Anderson pone en ventaja a los suyos tras una excelente maniobra en la frontal del área.

Poco después Schmeichel evita el segundo de manera magistral tapando todos los huecos al “9” blaugrana.
Yorke no iba a perdonar en la otra portería. En el 25’ bate a Hesp con un potente disparo raso desde fuera del área.
Las ocasiones se sucedían en ambas porterías, pero iba a ser Andy Cole en el 53’, tras una pared divina con su mejor socio, Dwight Yorke, iba a adelantar a los visitantes, ese día vestidos de blanco.
Apenas 3 minutos después Rivaldo llevaba esperanzas a los culés con un lanzamiento de falta muy lejano que se “traga” el meta visitante.

Un centro de Beckham lo remata Yorke en boca de gol y el balón se estampa contra el palo de la meta de Hesp. En la siguiente ocasión no iba a perdonar el atacante trinitense.
Otro magistral centro de Beckham desde la derecha lo remata en el área pequeña el “19” de los Red Devils. 2 a 3 en el marcador.
Rivaldo también firmó un doblete, pero no bastó para clasificar a los suyos. Sergi centra desde la banda izquierda, el brasileño controla con el pecho en el área y hace una chilena estratosférica para poner el definitivo 3 a 3.
Quedaban 18 minutos, pero los postes y el meta danés repelieron todas las oportunidades del equipo blaugrana.
Ventaja blaugrana
Fueron dos grandes encuentros, en los que ambos equipos mostraron su potencial ofensivo. Nadie quiso especular y los aficionados al fútbol disfrutaron de dos auténticos partidazos.
Esta no sería la última vez que los Red Devils jugaran aquella temporada en la Ciudad Condal. 6 meses después y frente a otro rival de este grupo, el Bayern de Múnich, iban a disputar una de las finales más apasionantes de todos los tiempos.
Los chicos de Ferguson remontaron en el tiempo de descuento el tanto inicial de Mario Basler. Solskjaer y Sheringham conquistaron la orejona para el Manchester 51 años después. Otro día hablaremos en Odio Eterno Al Fútbol Moderno de aquel mítico partido.
En el cómputo global de los duelos entre Manchester United y FC Barcelona, los primeros dominan las estadísticas.

Se han enfrentado en 11 partidos oficiales, 8 de Liga de Campeones y otros 3 de Recopa de Europa.
Cuatro de ellos terminaron con victoria blaugrana, tres con triunfo del United y otros cuatro quedaron en tablas.
En tres ocasiones había un título en juego. El primero de ellos fue un 15 de mayo de 1991. Un doblete de Mark Hughes daba la única Recopa de Europa que figura en el palmarés del Manchester United.
Mucho más recientes son sus duelos con la Champions League en juego. En ambas ocasiones se decantó del lado blaugrana. En 2009 en Roma y en 2011 el equipo dirigido por Guardiola dio un recital de fútbol para conquistar su 3ª y 4ª orejona.
¿Qué pasará en estos duelos de cuartos de final de la Champions League? Sólo esperamos que sean monumentos al fútbol como muchos de los Manchester United vs Barcelona que nos dejaron antaño.
