Fue fundado en 1947 bajo el nombre de Agrupación Deportiva Plus Ultra. En 1972 el conjunto se disolvió, pero Santiago Bernabéu adquirió todos los derechos y lo convirtió en el filial del Real Madrid.
Así nació el Castilla Club de Fútbol, hoy en día conocido como Real Madrid Castilla. El segundo equipo de los blancos consiguió una hazaña en la temporada 1979-1980 lejos del alcance de cualquier otro filial.
La gesta del Castilla comenzó el 12 de septiembre de 1979. En aquella época los filiales podrían disputar la Copa del Rey. 225 equipos comenzaron el torneo y fueron el Real Madrid y su filial, el Castilla Club de Fútbol, los contendientes en la final.
En las tres primeras rondas apearon de la competición a Extremadura, Alcorcón y Racing de Santander.
En la cuarta ronda se cruzaron con un rival de Primera División. El Hércules de Alicante que venía de una etapa gloriosa en la década de los 70. Los alicantinos vencieron 4-1 en el Rico Pérez.
Todos pensaron que una vez más el pez grande se comería al chico. Esta vez no fue así. Los jugadores del Castilla tiraron de coraje para darle la vuelta a la eliminatoria, venciendo en el partido de vuelta por 4 a 0.
Eliminando rivales de entidad
En octavos de final, el rival era el Athletic Club, el “rey de Copas” nada más y nada menos. El Castilla logró un meritorio empate a cero en la ida. Lo de la vuelta fue harina de otro costal.
El equipo blanco se impuso 1-2 en San Mamés, una de las grandes plazas del fútbol español. El doblete de Pineda hizo inútil el gol de Goikoetxea en el último minuto de partido. Memorable.
En la ronda de cuartos de final también tuvieron que visitar tierras vascas. La Real Sociedad tomó ventaja de dos goles a uno en el duelo de Atotxa. En Madrid el Castilla resolvió la difícil papeleta venciendo por 2 a 0.
El filial dejaba fuera del torneo del KO a los txuri-urdin, que ganarían las dos siguientes Ligas (1980-1981 y 1981-1982). No eran rivales precisamente flojos los que se estaba encontrando por el camino el Castilla.
Sólo les faltaba un escalón hasta la final y el escollo era gigantesco. El Sporting de Gijón con Enrique Castro “Quini”, que ese año terminó como pichichi de la Liga con 24 tantos.
De nuevo tocó arrebato para los chicos del Castilla, que tuvieron que remontar la eliminatoria, perdieron 2-0 en la ida y vencieron 4-1 en la vuelta. Estaban en la gran final.
El Castilla hace historia
El partido definitivo era frente a su hermano mayor, el Real Madrid. Todo quedaba en casa, y, encima el partido se disputaba en el Santiago Bernabéu. Pero la película no tuvo un final feliz para los valerosos muchachos del filial.
Real Madrid y Castilla protagonizaron una final inesperada ante 65.000 espectadores en el coliseo blanco.
Los de Vujadin Boskov, que esa temporada hicieron doblete, formaron con García Remón, Sabido, “Goyo” Benito, “Pirri”, Camacho, Ángel de los Santos, Del Bosque, Stielike, Juanito, Santillana y Cunningham.
El once inicial del Castilla estaba compuesto por Agustín, Felipe, Herrero, Castañeda, Torres, Álvarez, Gallego, Bernal, Pineda, Machín y Cidón.
Fue un paseo militar para los que ejercían como locales. La final terminó con 6-1 para el equipo “A”. Juanito (20’ y 89’), Santillana (42’), Sabido (59’), Del Bosque (62’), García Hernández (82’) hicieron los tantos, Ricardo Álvarez (80’) salvó el honor para el Castilla.
Poco después de la hazaña del Castilla, la RFEF prohibió que los equipos filiales disputaran la Copa del Rey.
«Pirri» levantó el trofeo de manos del rey y se dio una curiosa imagen sobre el césped del Bernabéu, con ambos equipos celebrando el título. Al fin y al cabo todo quedaba en casa.
El doblete del primer equipo les permitió jugar en Europa. Así jugaron la Recopa de Europa, pero aquí pudieron dar menos guerra.
El rival fue el West Ham United, vigente campeón de la FA Cup. El Castilla venció por 3-1 en el Bernabéu. Pero en la vuelta los ingleses se llevaron el gato al agua, en la prórroga, imponiéndose por 5-1.
No fue la última gesta del Castilla. Cuatro temporadas más tarde y con otros jugadores se convirtieron en el primer y único filial hasta la fecha en ganar el campeonato de Segunda División.
Eran los albores de la “Quinta del Buitre”, pero ya hablaremos en otro momento de esta gran generación de jugadores blancos.